Las vacaciones de verano se acercan para muchos, por ello, es recomendable tener el coche en el mejor estado posible, sobretodo si tu finalidad es usarlo para ir a un destino de descanso. El sol, la playa y el relax siempre ponen a uno de buen humor.
A continuación os daremos unos pequeños consejos que deberéis de hacer para revisar los cinco elementos de tu coche para que no te “quedes tirado por el camino”
1) La Suspensión: antes de realizar un viaje es fundamental llevar a cabo una comprobación rápida de la suspensión, por ejemplo si os apoyáis en el capó y hacéis fuerza hacia abajo y si al soltar veis que sube rápidamente comprobaréis que la suspensión se encuentra en una buena situación. La suspensión debe comprobarse cada 50.000 kilómetros.
2) Los neumáticos: como ya mencionado en varias ocasiones, el dibujo de las gomas debe tener, como mínimo, una profundidad de 1,6 mm. Y por supuesto, se deberá comprobar que no existen cortes o desperfectos tanto en el neumático como en la llanta. Por norma general, la vida útil del neumático suele estar entre los 40.000 kilómetros o cinco años.
3) Líquido de frenos: Se deberá realizar una comprobación para saber si su nivel está entre el mínimo o el máximo marcado en el recipiente del producto. Si la cantidad no es la suficiente, se deberá de llevar al taller para que purguen el sistema completo. Normalmente, esta puesta a punto se suele realizar cada dos años.
4) Nivel de aceite y refrigerante: Se debe realizar un control periódico de ambos, el aceite, si es necesario, se rellenará con el motor frío y siempre sin superar el nivel máximo. Sin embargo, el refrigerante deberá de estar en el punto mínimo y el máximo del indicador.
5) Luces: Los faros deberán estar alineados y con la luz correcta. Recuerda tener siempre un juego de repuesto.
Antes de realizar un viaje, es recomendable hacer un control de: la suspensión. los neumáticos, el líquido de frenos, el nivel de aceite y refrigerante así como las luces.