La salud del motor de tu vehículo depende en buena medida de una buena refrigeración.
Con un líquido refrigerante inadecuado o escaso, el motor puede alcanzar temperaturas superiores a lo normal, lo que puede producir daños graves. Además, a temperaturas bajas, sin un buen líquido refreigerante-anticongelante el circuito de refrigeración puede llegar a congelarse, lo que dañaría gravemente nuestro motor.
Se recomienda revisar el líquido cada 20.000 km y sustituir cada 40.000 km o 2 años.
Mano de obra e IVA incluidos.